Fuimos a pasarla a la playa, como toca, concretamente a la playa del Gurugú, en el grao de Castellón. Había bastante gente, pese a que era inminente una tormenta de verano. Llegamos a la playa sobre las 9 de la noche, escogimos un sitio, cerquita del agua, y a una distancia de seguridad de las hogueras de alrededor. Hicimos un hoyo, (emilio fue el maestro artesano), y en él pusimos nuestras velas (a falta de hoguera...) nada más acabar el hollo, comenzó la lluvia. Intentamos ignorarla al principio, pero al ver que no cesaba, decidimos resguardarnos bajo una toalla, pero claro, no cabiamos todos allí, así que al final decidimos plegar, irnos a los coches, y esperar a que parara. Y como era de esperar, la famosa Ley de Murphy hizo acto de presencia, tan pronto llegamos a los coches, dejó de llover, si es queeeeee...
Nada, volvimos a nuestro hoyo (por suerte no nos lo habían quitado, porque si no a Emilio le da algo), cenamos, hicimos el melón un poco, nos reimos mucho, escribimos nuestros 3 deseos (cada uno los suyos) en una hoja de papel, y, llegadas las 12 de la noche, nos acercamos al mar para hacer el ritual de pacotilla:
- Entrar al mar de espaldas
- Saltar 7 olitas
- Volver a la hoguera (en nuestro caso velitas), saltarla y quemar la hoja con los deseos escritos. Si se te quema es que se cumplen los deseos, si no, es que alguno probablemente no se te cumpla.
Acabado el "ritual", seguimos hablando un ratillo más, y, sobre la 1 de la mañana, nos decidiamos a volver a Castellón que al día siguiente trabajabamos.
(He esperado a ponerlo porque queria poner unas fotillos, pero visto que no me llegan...pues ya las pondre más adelante)
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